Narración objetiva del incidente
Cada día son más los migrantes que son separados de sus familias, Tijuana como otras entidades que colindan con frontera de Estados Unidos son el portal de entrada de todos los migrantes que son deportados. Muchos de los migrantes no han estado en México desde que eran unos niños y la mayoría siente miedo de estar en un lugar desconocido y que además es tan comentado en las noticias internacionales por su alto nivel de inseguridad, además están angustiados por no saber de sus familias, ellos son el sustento del hogar y saben que su familia los necesita. Nuestra comunidad permanece muchas veces enajenada a la situación y lejos de darles hospitalidad y confianza de su patria en su lugar son recibidos con abuso de las autoridades, con pobreza extrema y sin nadie que les brinde ayuda o los oriente.
Quizás somos muchas las personas que salimos día a día, sin mirar a nuestro alrededor, mirando solo el camino al manejar, es muy probable que seamos demasiados los que solo estemos preocupados por cumplir nuestros objetivos del día tratando de suplir solo nuestras propias necesidades y pueden pasar días, meses y años sin que te detengas y observes con atención lo que pasa en tu entidad. Nos interesa única y exclusivamente nuestra pequeña comunidad, nuestro pequeño círculo familiar y muchas veces ni eso, pues es más fuerte la cultura del yo y solo yo.
Reacción emocional al incidente
Sin embargo hay otras pocas personas que verdaderamente sienten empatía por los demás y no solo eso sino que deciden que pueden hacer algo al respecto, tal vez no tengan la solución inmediata pero eso no los detiene de seguir adelante involucrándose con personas de distintas comunidades, con necesidades diferentes. La casa del migrante es un ejemplo de lo que podemos hacer para ayudar a los paisanos que deportan. Esta organización les brinda un techo, comida, vestido, comunicación con sus familias, orientación y sobre todo la confianza de que alguien los entiende.
Esta semana pude ver, visitar e involucrarme con comunidades diferentes a la mía y tengo que admitir que no fue lo que yo esperaba, fue muchísimo mas que eso, sentí pena al darme cuenta que no conozco mi propia ciudad, que paso todos los días por lugares que nunca paso por mi mente visitar. Me siento muy bien de haber compartido con los migrantes, escucharlos es un reflejo de cientos de personas que pasan por lo mismo al ser deportadas, es un gran problema y causa tristeza darte cuenta de lo que están pasando estas personas y sus familias al estar separados.
Interpretación inter-cultural del incidente
Causo en mi un gran interés escuchar las platicas de personas que están preocupadas por hacer un cambio y más aun ver que estas personas que luchan sean norteamericanas, estas acciones son las que debemos contar y contar y no solo criticar y ver lo malo de nuestros vecinos, hay muy buenas personas en todas las naciones y eso hace la diferencia. Realizar campañas de difusión para ayuda al migrante, abrir más casas que brinden hospitalidad con un trato digno, que las autoridades los ayuden no les ponga tantas barreras para identificarse como mexicanos que son y por supuesto que las comunidades tomen conciencia del abuso que sufren los migrantes por parte del la patrulla fronteriza y finalmente se resuelva en los mejores términos, estos son solo ejemplos de los que muchos sabemos que se podría hacer. Necesitamos enamorarnos de nuestra ciudad y pensar en los demás, respetar a las personas sin fijarnos en su nacionalidad, color, estatus social, religión o cualquier cosa que creas que es diferente a ti. Saludos a todos
Anet
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